sábado, 14 de julio de 2012

Dar y...

Una amiga tengo, que llegó a la oficina disparando palabras porque alguien no quiso hacerle un favor, y no voy a hablar de cobrar ó no los favores, quizás en otro post lo haga; pero me puse a pensar en los motivos que yo misma he tenido para hacerle un favor a alguien, y no me digan que no, muchas veces, muuuchas veces esperamos una recompensa por nuestro buen corazón, y hasta nos sentimos almas caritativas porque lo hacemos, es que, la madre teresa de calcuta aprendió de nosotros..., ó acaso soy la única alma pecadora?

Bueno, el hecho es que revisando un poco las motivaciones, recuerdo que varias veces me sentí frustrada porque esperaba de las personas un poco de cordialidad, ó seamos sinceros, nos subieran en un pedestal y como dicen por ahí “no quisieran fiesta con uno”, pero en la mayoría de los casos no pasaba, entonces ese sentimiento venía una y otra vez; hasta que un día me dije a mi misma: “Mi misma, debemos tomar cartas en el asunto”. Siempre nos han enseñado, en todos lados, que si das, pues recibe; que sí siembra, recoges, osea, a una acción hay un a reacción,pero me pregunto ¿Qué pasa si no recibes? ¿te frustras? ¿juras hasta lo último de tus tuétanos no volverlo a hacer?

por esos días, leí una frase que dice, “que no sepa tu mano izquierda, lo que hace la derecha”, eso fué como cuando Arquímedes se estaba bañando, descubrió la densidad y salió gritando !Eureka¡ (¿Alcanzaría a vestirse ó saldría en toalla?),en fin, ese fue un gran descubrimiento para mi, que le pondría fin a mi mal y me dí cuenta que era tiempo de cambiar la estructura mental; antes de dar algo, me pregunto una y otra vez ¿Por qué lo hago?, y si me decido a hacerlo, hablo a mi corazón claramente diciéndole que no esperemos nada a cambio; que sí llega la recompensa, pues bienvenida sea, no sobra y que siga y se acomode; pero sí no llega, no hay lugar ni para la frustración, ni el reproche.

Ahora, no es que vaya a ir por las calles repartiendo cosas ni cual político en época de campaña, no tampoco, eso debe salir del corazón, debe ser con agrado, con alegría, sino, no sirve de nada, estaríamos perdiendo el tiempo. Pero siempre hay que tener en cuenta, estamos en esta vida para darnos la mano los unos a los otros, los llaneros solitarios no sobreviven; y que la ley de siembra-cosecha, también es real, pero no debe ser la motivación, en este caso, para obrar..

Y como decían en un programa venezolano ... “Haz el bien y no mires a quien”